Pelando cebollas

Esta tarde me he puesto a pelar cien millones de mini-cebollas, o por lo menos un par de sacos de medio kilo. A la tercera cebolla iba pelando "al tacto", pues no podía mantener los ojos abiertos de lo muchísimo que me picaban. Cuando me he quedado con 9 dedos he decidido abrir los ojos, pero la visión no ha mejorado mucho ya que no he parado de llorar. Y esto me ha llevado a preguntarme ¿qué cojones -con perdón- lleva la cebolla que ha hecho llorar desconsoladamente a más gente que Titanic? Así que me he puesto la gorra de analista (como solía decir una gran profesora de mi universidad) y me he puesto a investigar. Y esto es lo que he descubierto.

Resulta que la cebolla contiene grandes cantidades de una molécula azufrada inodora, llamada trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido, aquí lo dibujo (con el ChemDraw, por si a alguien le interesa, es un gran programa para dibujar moleculillas y tal)

Esto es el principio del llanto desconsolado, pero no es sólo esta molécula la responsable. Resulta que cuando le hacemos un pequeño corte, hacemos que esta molécula y una enzima llamada alinasa (me niego a dibujarla) entren en contacto, y ello produce una mezcla de piruvato, amoníaco y syn-propanotial-S-óxido. Esquematizo la reacción:
Podríamos pensar que el amoníaco sería el causante del lagrimeo, pero afortunadamente no se encuentra en grandes proporciones en la cebolla. El causante es el syn-propanotial-S-óxido, que en contacto con el agua se descompone según la siguiente reacción en propanal, ácido sulfúrico (el que se comió mi camiseta de La Fuga) y ácido sulfhídrico (que huele a huevos podridos).

Conclusiones

Vamos, que lo que huele es el sulfhídrico y lo que nos destroza la vista es el sulfúrico, que daña los lacrimales de los ojos y nos hace llorar.
Y la conclusión más inteligente que se puede sacar de esto es que, si el propanotial es soluble en agua, ¡problema solucionado! pelamos las cebollas bajo el agua y listos.
Otra solución es esta

Hala, a comer cebolla!!!